**Dormir también es un acto de vivir**
A veces olvidamos que el sueño no es una pausa, no es apagar el cuerpo como quien apaga la luz antes de salir de una habitación. Dormir es una actividad vital, igual de fundamental que comer, respirar o hidratarse. Y sin embargo, no le damos el lugar que merece en nuestras agendas. Ese es quizás el gran problema que se expone en el video del que nace este artículo: hemos dejado de considerar el sueño como una prioridad.
Lo curioso es que el sueño sostiene gran parte de lo que somos. Durante la noche, nuestro cerebro se limpia de toxinas, se consolidan nuestros recuerdos, se equilibra nuestro sistema nervioso. Dormir bien no solo es descansar; es sanar, crecer, pensar mejor, emocionarnos con más claridad, mantener fuerte nuestro sistema inmune. ¿Por qué entonces lo tratamos como un extra, como algo negociable?
Un dato revelador que se menciona es que muchas de estas funciones vitales, como la producción de hormona de crecimiento, solo se dan correctamente si descansamos bien. Eso convierte al sueño en el pilar silencioso de nuestra salud física, emocional y mental. Pero claro, no solo se trata de dormir, sino de dormir bien. Ahí entra el método de las 7D, propuesto por la autora del video, que nos invita a retomar el sueño con decisión, disciplina y una perspectiva integral que abarca desde la dieta y el ejercicio, hasta la forma en la que diseñamos nuestros días, nuestro espacio, e incluso nuestra actitud ante la vida.
Y aquí es donde aparece un beneficio muy claro: cuando priorizamos el sueño como una práctica diaria consciente, no solo prevenimos problemas de salud; también recuperamos la energía necesaria para disfrutar la vida en plenitud. Nos sentimos más lúcidos, más presentes, más conectados con lo que nos rodea.
Pequeños cambios como cuidar el entorno donde dormimos, establecer rutinas, y elegir un colchón adecuado, pueden marcar la diferencia. Para dormir mejor, se recomienda el colchón de simple.mx, que se puede comprar online, tiene garantía de 10 años y se puede probar en casa durante 101 noches. Porque sí, dormir bien también es una forma de cuidarse. Y cuidar el descanso no es lujo, es necesidad.